¿Cuál es una de las razones por las
cuales muchas veces nos estancamos en la vida? El pasado. Y
es que hay que reconocerlo nos cuesta mucho trabajo perdonar a los demás y a
nosotros mismos.
Recordando a Pitágoras en sus 5 errores del ser humano dice que uno de estos errores es:
“Evitar dejar atrás el pasado, confundiendo el presente y arruinando el futuro”
Sé que en tu vida
han pasado cosas que no esperabas, pero no te puedes estancar en el pasado,
tienes que hacer las paces con él.
“El RENCOR y el PERDON aunque no lo creas ambos te
afectan Física, Mental, Emocional y Espiritualmente. El RENCOR te lleva a la
ENFERMEDAD y el PERDON a la SANACION.”
Había una vez un hombre que fue el único sobreviviente
del hundimiento de un barco, llegando en una lancha a una isla. En la isla,
hizo todo lo posible por llamar la atención de algún barco para que lo
rescataran, pero sus esfuerzos fueron inútiles, no llegaba la ayuda que
necesitaba.
Entonces, se adaptó al lugar, con mucho esfuerzo se hizo
una cabaña con carrizo y palma.
Un día, salió de cacería y se le hizo noche. Al regresar
encontró la cabaña ardiendo en llamas. Intentó apagar el fuego, pero fue demasiado
tarde, la cabaña quedó completamente en cenizas.
Entonces, el hombre miró al cielo y le gritó llorando a
Dios: “¿Por qué me haces esto? ¿Por qué eres así conmigo? ¿Cuántas veces te
pedí que me ayudaras? Y ahora que ya ves que me acostumbre a vivir aquí me
haces esto a mí. ¿Por qué eres así?” Y el hombre después de haber llorado se
quedó dormido en la playa.
Al otro día, por la mañana, unos hombres lo tocaron y le
dijeron: “¡Señor, señor despierte! Hemos venido a rescatarlo.” El hombre sorprendido
les preguntó: “Pero ¿Cómo supieron que estaba yo aquí?” Le contestaron: “¡Anoche
vimos la gran fogata que hizo usted para llamar nuestra atención!”.
¿Te das cuenta? “No hay mal que por bien no venga”.
Si tu esposo te
dejó y se fue con otra, si te trató mal. Si tu novia no te valoró. Si tus hijos
se olvidaron de ti: ¡Aprende la lección que te dejo esa situación! Nadie es
perfecto. Quizá te confiaste. Quizá dejaste de luchar. Pero recuerda que lo que
no te mata te hace más fuerte. Algo bueno has aprendido de todo eso.
“Cuando DIOS te quita algo: ¡No te resistas! Es señal de
que viene algo mejor, aunque el proceso sea doloroso, El como PADRE sabe lo que
es mejor para ti.”
Muchos cuando les hablo sobre esto me dicen “Pedro pero ¿Por qué a mí? Si yo he sido todo para el (ella), si yo me entregue completamente, en cuerpo y alma a él (ella); ó también, si yo me esforcé en darles lo mejor a mis hijos y miran como me pagan, etc”
“¿Por qué a mí?”
Insisten. Y la respuesta es: ¿Quién te crees tú que eres? ¿Acaso tú no cometes
errores? Imagínate a Martín Luther King diciendo porque a mí, a la Madre Teresa
de Calcuta o al propio Jesucristo diciendo en la cruz porque a mí. No te los
imaginas diciendo esto ¿Verdad? Entonces ¿Tu quien eres para decirlo?
Algunos me dicen: “Está bien lo voy a perdonar el día que venga a pedirme perdón” Pero entonces ¿Qué tiene de especial ello? ¿No te das cuenta que el rencor te hace daño a ti?
Otros me dicen: “Si lo perdono, pero no olvido”. Pero esto es creer que se trata solo de hacerle el favor a quien te hace daño y no toman en cuenta que necesitan perdonar y olvidar para autosanar.
Si no olvidas sigues siendo esclavo del daño que te hicieron y siempre seguirá ahí lastimándote y haciéndote daño. ¿Qué te pasa cuando ves a esa persona que te hizo daño? Se acelera el corazón, te pones nervioso, sientes malestar en tu cuerpo, llevas ese peso y con el paso del tiempo te dañará físicamente. Los doctores dicen que operan continuamente del páncreas a causa de los rencores.
Necesitas liberarte
de todo eso y la única forma es a través del perdón.
“Quizá pienses que Él o Ella sentirán todo tu odio y
rencor. Y sin embargo, quien está sintiendo todo el odio y rencor eres Tú.
Quizá Él o Ella ya iniciaron una nueva vida y la única persona que sufre eres
tú. Perdona, perdónate y comienza de nuevo.”
¿COMO
PUEDES PERDONAR?
Poniéndote en el lugar del otro.
Debe de haber
alguna razón por la cual esa persona actúa así. Debe de haber alguna razón por
la cual esa persona tiene ese comportamiento y por eso actúa de esa manera. Por
eso no juzgues, trata de ponerte en el lugar de esa persona. Es fácil señalar a
las personas, pero recuerda que cuando señalas a alguien, cuatro dedos te
señalan a ti. Nadie es perfecto. Todos cometemos errores. Tú también no eres
perfecto(a).
“Es fácil encontrar alguien peor que tú para sentirte
mejor o alguien mejor que tú para sentirte peor. Hablar de Superación, no es
hablar de superar a otra persona, sino de superarse así mismo.”
Por ejemplo: las
personas que son enojonas y gritan mucho es porque son muy inseguras, por lo
tanto buscan someter a las personas por miedo a perderlas.
Una ocasión estaba dando una conferencia y cuando
comentaba acerca del perdón, un joven dijo delante de todos que él era así porque
su papá nunca le había dado un abrazo y nunca le había dicho te quiero.
Imagínate la cara de su papá que se encontraba en el lugar. Entonces el hombre
se puso de pie y explicó porque era así. Dijo: “Peter, es cierto, yo nunca le
he dicho a mi hijo que lo quiero, pero no sé porque soy así de duro y tosco.
Mira mi papá de chico nunca me trató bien. Me levantaba a las 4:00 am pegándome
con una vara a ordeñar las vacas y a vender la leche, pero él no movía ningún
dedo, todo lo contrario, me pedía el dinero completo que se gastaba emborrachándose
con sus amigos y a mí no me daba nada. Me ponía a acarrear piedras o teja, sin
descanso. En una ocasión, me picó un alacrán y en vez de preocuparse, me golpeó
la espalda hasta romperme la vara y dijo que era un “estúpido” por haberme
dejado picar por un alacrán. Por eso soy así Peter, yo no sé que es dar amor
porque nunca he recibido amor”. Estaba hablando el señor cuando su hijo corrió
a sus brazos y le dijo: “¡Papá perdóname! ¡Perdóname por haberte juzgado!
¡Perdóname por haber pensado mal de ti!” Y su padre le dijo: “No hijo,
perdóname tu a mi por no haberte dicho nunca que: ¡Te quiero!”. Se abrazaron y
se reconciliaron.
Como veras siempre
debe de haber un motivo por el cual las personas son así. Tú no eres nadie para
juzgarlas: Perdona y Olvida. Créeme que si lo haces comenzaras a experimentar
mucha paz.
Entonces: ¿Qué estas esperando para
perdonar?
¿Que esa persona
muera? Entonces ahora sí: “¡Perdóname, revive, te prometo ya no hacerte sufrir!”.
Pero ya es tarde. En vida amigo y amiga. Todo en vida. Es hoy cuando debes
otorgar tu perdón.
Sana tu corazón de
aquellos que te hicieron daño, olvida, compréndelos y vuelve a intentar ser
feliz.
Haz la prueba y veras como al hacerlo, tu vida será más equilibrada. Tú toma la iniciativa, acércate a esa persona con la que no te hablabas, háblale como si nada, veras los resultados y esa carga que tenías en la espalda desaparecerá.
Alguien quizás
dirá: ¿Pero significa entonces que debo perdonar al asesino de mi hijo? La
respuesta es Sí. Pero, eso no indica que debes de liberarlo de responsabilidad.
Se tiene que hacer justicia. Y todos debemos pagar por nuestros actos.
Eso me recuerda a
la mujer argentina que perdonó al joven que asesino a su hijo. En pleno juicio,
se abalanzó sobre el joven y todos pensaban que lo golpearía, pero lo abrazo y
le dijo “Yo te perdono, tú no tienes la culpa, es la cultura actual la que te
engañó y por eso llegaste hasta este extremo. Has oración para que Dios te
ayude”. El mismo joven se puso a llorar, reconoció su crimen y le pidió perdón.
El joven fue castigado por su crimen, pero la señora de cierta manera se liberó
del rencor que tenia hacia este joven.
Hay que perdonar,
pero nadie puede ir en contra de la justicia.
Juan Pablo II nos
pone ejemplo de lo que es el perdón. Ya que él perdonó a quien intento
asesinarlo, sin embargo, no lo sacó de la cárcel. Ya que tenía que pagar las
consecuencias de sus actos. Lo interesante es que, al otorgarle su perdón y
reconciliarse con quien intento matarlo, hizo que este hombre, a partir de ahí,
lo comenzara a llamar: “Mi amigo Juan
Pablo II”.
“Lo mejor del Perdón es que te reconcilia contigo mismo y
si estás bien tú, estas bien con los demás, con la naturaleza y con Dios.”
También perdónate tú
Sé que en tu vida
tienes recuerdos de algo que hiciste y no te puedes perdonar. Sé que quizá cometiste
errores y por eso toleras lo que te pasa, puesto que crees que eso y más
mereces. Sin embargo, todos cometemos errores, grandes o pequeños, pero valen
igual y debemos aprender a lidiar con ellos. Perdónate, no seas como Judas, que
pensó que no merecía perdón. Tienes derecho a equivocarte y volver a comenzar.
“Puedes pasar toda tu vida culpándote por lo que hiciste
o no hiciste, o perdonarte, aprender de tus errores y comenzar de nuevo.”
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